La higiene del sueño se refiere a las rutinas que te ayudan a dormir profundamente. Un dormitorio limpio, un horario regular de sueño y ropa de cama cómoda son importantes. Una parte de la ropa de cama que no siempre se nota, pero que es fundamental, es el protector de almohada. Esta pequeña funda mantiene tu almohada fresca y segura noche tras noche.
Un protector de almohada es una funda del tamaño completo de tu almohada. Piensa en ello como una sábana que abraza completamente tu almohada. La mayoría de los protectores están hechos de algodón o microfibra suaves y transpirables. Muchos se cierran con cremallera, para que nada se salga o entre dentro. Una funda de almohada, aunque sea bonita, puede ser menos resistente y se lava con menos frecuencia. El protector guarda la almohada de la suciedad, el sudor y el polvo.
Los ácaros del polvo, pequeños como la cabeza de un alfiler, adoran las almohadas. Ellos, junto con el polen y la caspa de las mascotas, pueden acumularse en su interior. Estos alérgenos pueden hacerte toser, estornudar o sentir congestión mientras duermes. Un protector con cremallera mantiene fuera la mayoría de estos irritantes. Con menos acumulación, tu almohada se mantiene más limpia, tu respiración más clara, y cada noche de sueño se siente más cómoda.
Las almohadas absorben sudor, aceite y polvo cada noche. A menos que las protejas, estas sustancias cotidianas se introducen profundamente en el relleno, creando malos olores y deterioro. Una funda protectora para almohada atrapa la suciedad en la superficie, para que la almohada conserve su forma y soporte por más tiempo. Dormirás sobre una superficie más fresca y no tendrás que desechar y reemplazar esas almohadas con tanta frecuencia.
Los mejores protectores para almohadas tienen capas resistentes a la humedad. Si sudas mientras duermes, o si regularmente aplicas cremas y sueros, esas capas adicionales marcan una gran diferencia. Detienen la humedad en la superficie del tejido, reduciendo el riesgo de moho y manteniendo las manchas bajo control. Despertarás en un lugar más limpio y saludable para descansar tu cabeza.
Las almohadas pueden ser un verdadero problema para lavar, pero un protector se quita fácilmente y se mete en la lavadora. Eso significa que puedes lavarlos semanalmente si quieres. Mantener los protectores limpios evita que se acumulen bacterias, ácaros del polvo y alérgenos cotidianos. Un lavado semanal sencillo crea una zona de sueño más fresca y saludable, noche tras noche acogedora.
Colocar protectores de almohada sobre tus almohadas es una pequeña y rápida solución para tu rutina de sueño. Estas pequeñas fundas bloquean el polvo, el sudor y los alérgenos, haciendo que las almohadas se mantengan frescas y cómodas por más tiempo. Menos suciedad significa una zona de sueño más limpia y almohadas más seguras para tu piel y tu respiración. Si te importa conciliar un sueño de calidad y sentirte lo mejor posible, consigue algunos protectores. Son económicos, fáciles de usar y pueden marcar una buena diferencia en la rapidez con que te duermes y en lo relajado que te sientes toda la noche.